Rosa Burdiez

Rosa Elena Almonte Burdiez, beloved mother, grandmother, sister, and friend, peacefully departed from this world on March 23, 2024, surrounded by the love of her family. She was 83 years old.

Born Dec 12, 1941 in Mao, Moncion – Dominican Republic, Rosa was a trailblazer, beacon of warmth and kindness to all who knew her. Throughout her life, she radiated love and compassion, touching the lives of countless individuals with her gentle spirit and unwavering strength.

As a devoted mother, she poured her heart and soul into nurturing her children and guiding them with boundless love. Her unconditional support and wise counsel were the cornerstone of her family, providing comfort and solace in times of joy and sorrow alike.

In addition to her role as a dedicated mother, she was a cherished friend and confidante to many. Her infectious laughter, compassionate nature, and genuine interest in the lives of others endeared her to all who had the privilege of knowing her.

Throughout her life, Rosa found joy in simple pleasures, whether it was sowing, tending to her garden, preparing delicious meals for her loved ones, or sharing stories of cherished memories with her family. Her zest for life and unwavering optimism were a source of inspiration to all who knew her.

In her final moments, Rosa was surrounded by the love of her family, finding peace and comfort in their embrace. Though she may be gone from this world, her spirit will live on in the hearts of those who were fortunate enough to know her.

Rosa is survived by her children, Ray, Isabel, Ramona, Rogelio, Ruby, Evaristo Jr. and Danny. May her soul find eternal peace, and may her memory be a blessing to all who knew her.

----------------------------------------------------

Rosa Elena Almonte Burdiez, querida madre, abuela, hermana y amiga, partió de este mundo en paz el 23 de Marzo de 2024, rodeada del amor de su familia. Tenía 83 años de edad.

Nacida el 12 de diciembre de 1941 en Mao, Monción - Republica Dominicana, Rosa fue una pionera, faro de calidez y bondad para todos los que la conocieron. A lo largo de su vida, irradió amor y compasión, tocando las vidas de innumerables personas con su espíritu gentil y fuerza inquebrantable.

Como madre devota, dedicó su corazón y su alma a criar a sus hijos y a guiarlos con un amor sin límites. Su apoyo incondicional y sus sabios consejos fueron la piedra angular de su familia, proporcionando consuelo en los momentos de alegría y tristeza.

Además de su papel de madre dedicada, fue una amiga y confidente muy apreciada por muchos. Su risa contagiosa, su naturaleza compasiva y su genuino interés por la vida de los demás hicieron que todos los que tuvieron el privilegio de conocerla se encariñaran con ella.

A lo largo de su vida, Rosa encontró la alegría en los placeres sencillos, ya fuera cosiendo, cuidando su jardín, preparando deliciosas comidas para sus seres queridos o compartiendo historias de recuerdos entrañables con su familia. Su entusiasmo por la vida y su optimismo inquebrantable fueron fuente de inspiración para todos los que la conocieron.

En sus últimos momentos, Rosa estuvo rodeada del amor de su familia, donde encontró paz y consuelo. Aunque ya no esté en este mundo, su espíritu seguirá vivo en los corazones de quienes tuvieron la suerte de conocerla.

A Rosa le sobreviven sus hijos Ray, Isabel, Ramona, Rogelio, Ruby, Evaristo Jr. y Danny. Que su alma encuentre la paz eterna, y que su memoria sea una bendición para todos los que la conocieron.